Un oficial de policía puede detenerlo basándose en inconsistencias notables con su conducción, como esquivar o desviarse. Además, algunas vías públicas pueden tener puestos de control de DUI.

Cuando un oficial de policía lo detiene por sospecha de conducir bajo los efectos del alcohol, debe tomar la menor medida posible. Todo lo que diga o haga puede utilizarse en su contra como prueba durante los procedimientos judiciales. Es como lo que sucede en la televisión. Un sospechoso es detenido y comienza a hablar. A continuación, la policía está usando sus declaraciones en su contra. Estos se llaman “admisiones”. Recuerde, hable lo menos posible.

Al tratar con el oficial de policía, debe seguir estas recomendaciones:

• Si no ha bebido en las últimas 24 horas, haga lo que le pida el oficial. No tienes nada de qué preocuparte.
• Si ha tomado una o más bebidas en la última hora, no admita ningún consumo de alcohol si el oficial de policía le pregunta si ha estado bebiendo.
• Después de cualquier otra pregunta que le haga el oficial, rechace cortésmente responderlas. Si ha estado bebiendo, hablar lo menos posible es la mejor manera de evitar cualquier evidencia incriminatoria que pueda usarse en su contra más adelante.
• Si se le pide que realice una prueba de sobriedad, recházala también. Es probable que lo arresten por rechazar la prueba, pero al menos no proporcionará evidencia adicional que pueda usarse en su contra en el caso de DUI.
• Aunque lo arresten por negarse a participar en una prueba de sobriedad, tenga en cuenta que lo más probable es que lo hubieran arrestado de todos modos si hubiera cumplido con la solicitud del oficial.
• Tenga esto en cuenta: si un oficial de policía lo detiene porque sospecha que ha estado bebiendo, el oficial hará todo lo posible para confirmar sus sospechas. No se lo facilite al hacer admisiones en contra de sus mejores intereses o al participar en una “prueba” que probablemente fracasará.

Estos pasos le brindarán la oportunidad de retirar o reducir los cargos.