Atrapamiento: La esencia de esta defensa es que el acusado no estaba predispuesto a cometer el delito imputado, pero fue inducido a hacerlo por las autoridades. La clave de esta defensa es mostrar falta de predisposición.
Coacción: Esta es una defensa adecuada cuando un acusado está bajo amenaza de muerte inminente o de lesiones corporales graves. La defensa de coacción no niega el estado mental del acusado pero sí proporciona una razón justificable para eludir la responsabilidad. Esta defensa fue reconocida por la Corte Suprema de los Estados Unidos en
Estados Unidos contra Dixon.
Necesidad: Una defensa de necesidad es aplicable cuando una persona actúa en una emergencia y por necesidad comete un delito que es menos grave de lo que habría ocurrido si no fuera por las acciones de la persona. Un buen ejemplo de la defensa por necesidad sería un ex delincuente que toma un arma de fuego para defender a otros que son asesinados a tiros durante un robo a un banco. Si bien es ilegal que un ex delincuente posea un arma de fuego, el delito es necesario para evitar un daño mayor: la matanza de inocentes. Si bien la visión tradicional ha sido que la necesidad sólo es aplicable cuando la presión para actuar proviene de algún evento natural (por ejemplo, incendio, huracán, tornado, etc.) y no de otros seres humanos, su viabilidad dependerá de la gravedad de los hechos.
Autodefensa: Actuar en defensa propia es una defensa viable ante cargos federales cuando una persona actúa para prevenir un ataque real o amenazado. Sin embargo, no puede haber defensa propia cuando el acusado crea e inflama la situación o de manera negligente o imprudente se pone en peligro.
Defensa de los demás: La defensa de otros puede ser una defensa viable, pero sólo si el acusado utiliza una cantidad de fuerza adecuada y razonable para defenderse de un ataque. Por ejemplo, John empuja a Steve en un partido de fútbol y le grita malas palabras. Alan no puede golpear a John en la cabeza con un bate de béisbol y reclamar esta defensa porque su respuesta es desproporcionada con respecto a la amenaza.
Retiro: Un acusado puede hacer valer esta defensa en respuesta a un cargo federal de conspiración si se retiró de la conspiración, pero para tener éxito, debe poder demostrar que tomó medidas afirmativas inconsistentes con el objetivo de la conspiración y comunicó su intención de retirarse a sus coacusados.
Defensas previas al juicio
Coartada: Esta defensa está disponible cuando el acusado puede demostrar que no estuvo presente cuando se cometió el delito. Esta defensa ataca las pruebas del gobierno en cuanto a un elemento esencial del delito.
Locura: Esta defensa requiere que el acusado demuestre que en el momento del delito imputado
(1) padecía una enfermedad o defecto mental grave y
(2) no pudo apreciar la naturaleza y calidad de la ilicitud de sus acciones. Un acusado puede obtener los servicios de un experto psiquiátrico si planea hacer valer esta defensa.
Autoridad pública: Para hacer valer esta defensa, el acusado debe demostrar
(1) se le dijo afirmativamente que su conducta sería legal,
(2) Esto se lo dijo un funcionario del gobierno de los Estados Unidos.
(3) el acusado en realidad se basó en lo que el funcionario le dijo antes de tomar medidas y
(4) La confianza del acusado en lo que le dijo el funcionario es razonable a la luz de las circunstancias. Esta defensa es similar a la defensa de “atrapamiento por impedimento”.
Conducta gubernamental escandalosa: En el centro de esta defensa se encuentra la acusación de que el gobierno incurrió en una conducta tan extrema e indignante que ofende las nociones básicas de debido proceso y justicia. El punto central de esta defensa es la conducta de los agentes gubernamentales. Esta defensa rara vez tiene éxito y requiere hechos muy extremos para tener éxito.
Enjuiciamiento vengativo: Esta defensa también se basa en nociones de equidad y debido proceso. Un acusado debe demostrar que el fiscal está actuando en represalia para impedir que ejerza algún derecho legal. Los elementos de esta defensa son (1) el ejercicio por parte del acusado de un derecho protegido, (2) un interés del fiscal en el resultado del ejercicio de ese derecho, (3) la irracionalidad de la conducta del fiscal y (4) la intención de castigar al acusado. para el ejercicio del derecho protegido.
Enjuiciamiento selectivo: Esta defensa puede plantearse cuando la decisión del gobierno de procesar se basa en un estándar injustificable como la raza, la religión o alguna otra decisión completamente arbitraria. Un acusado tiene que demostrar que una política o decisión de un fiscal federal tiene un efecto discriminatorio y que fue motivada por un propósito discriminatorio. Esta es una defensa muy difícil de plantear.
Evento: Un reclamo que cuestione el “lugar” no resultará en la retirada de los cargos, sino en un cambio en el foro donde se procesa el caso. Por ejemplo, un acusado procesado por fraude postal puede impugnar su procesamiento en Nueva York si la mayor parte de la conducta relacionada con el caso ocurrió en California.